• Registro de la conversación que tuvimos sobre Archivo Abierto y Archivo B.O.M con Felipe Muñoz de Letargo Editorial @letargoeditorial en la novena Mesa de Experiencia en el marco de la publicación MUDANZA, proyecto gestionado por Raco @raco.mediacion.cultural


  • TALLERES ABIERTOS

    “RELATO TEXTIL Y TEJIDO SOCIAL” por Elizabeth Dastres / Sábado 28 de Septiembre 2024

    Espacio de encuentro, diálogo y creación qué busca crear colaborativamente un mural textil que represente la historia de los barrios obreros, dando énfasis al gran legado y patrimonio que ha dejado la historia ferroviaria en nuestro territorio.

    “RETRATO PARA MIRARNOS” por Natalia Hurtado / Sábado 05 de Octubre 2024

    instancia para conocer a un otro, crear un vínculo, encontrar similitudes y diferencias, mirar al otro es mirarse uno, retratar es conocer, conversar, compartir y compartirse.

    “IMÁGENES Y ÁLBUM FAMILIAR” por Ignacio Chávez / Sábado 12 de Octubre 2024

    Instancia participativa con el propósito de reconocer la incidencia de la fotografía en la vida cotidiana y del álbum familiar como micro archivo, así situar las vivencias personales documentadas que conforman la producción y elaboración de una “micro historia”. Trabajo práctico que culminará con la elaboración de un proyecto creativo.

    Progreso 1327, Población Obrero Ferroviaria, San Bernardo. Fundación Mingako
    fundacionmingako.cl@mingako.cl


  • Archivo Abierto Barrios Obreros Maestranza consiste en la recuperación de la memoria histórico social de los barrios obreros que surgieron a raíz de la construcción de la maestranza ferroviaria en San Bernardo por medio y a través de un Centro de documentación.

    El Centro de documentación es una plataforma virtual que muestra y da cuenta de los testimonios y experiencias del pasado por medio de imágenes, registros y documentación como una forma de dar a conocer y preservar la memoria histórica de los barrios obreros maestrancinos y el gimnasio ferroviario.


  • «Árbol donde es tan sosegada / la pulsación del existir»
    (“Himno al árbol”, Gabriela Mistral (1919).

    «Sois cada cual un mundo, vivís como las estrellas del cielo, cada cual un dios, juntos en libre alianza»
    (“Los robles”, Friedrich Hölderlin (1796-98)

    I. Este trabajo buscar dar cuenta de las distintas series representativas que componen la fotografía y poética sobre los árboles en la obra de Antonio Quintana Contreras (1904-1972). Aquí́ se explora una sección de obra inédita del fotógrafo/artista/activista chileno a partir del material recuperado de una de sus principales fuentes de imágenes y documentos, las que resguarda el Archivo Patrimonial de la Universidad de Santiago. Esto consiste en los fragmentos sobrevivientes de su obra particular donada por su viuda Enriqueta Silva a la Universidad Técnica del Estado (UTE) en el año 1972.  Entre ellos están estás imágenes, copias, contactos, un álbum que dan cuenta de la atención con que Quintana registró y documentó los fenómenos de la naturaleza y en particular la belleza de los árboles.

    Este proyecto en sus fundamentos sostiene la intención de mostrar un cuerpo-apéndice, pero que a su vez representa el gran valor que tienen los árboles en su trabajo a través de tres momentos: a. Su obra general o archivo de oficio; b. El proyecto artístico de los árboles expuesto públicamente en la Feria de artes plásticas alrededor de 1960 en Santiago y Valparaíso, que reúne siete gigantografías de árboles y dos de piedras junto a otras experiencias de arte popular al aire libre; y c. Su obra tardía e íntima que consta de los registros de cortezas de abedules durante los últimos años de vida una vez el fotógrafo perdía la visión a principios de 1970.  Así, Los árboles de Antonio Quintana nos presentan la posibilidad de constatar el valor cultural que tienen los árboles y la naturaleza en sus innumerables usos y prácticas en torno a los seres y comunidades del territorio chileno de primera mitad del siglo XX. Donde se constatan la frondosidad de las inmensas copas, las estructuras danzantes de imponentes figuras, los bosques propios de la zona norte y también del sur, las formas de las flores, los bellos jardines urbanos, las grandes sombras con que los árboles nos cobijan hasta presentarnos en detalle las comisuras de sus grietas.

    II. Desde aquí el arte y la naturaleza tienen un rol fundamental. Pues el presente trabajo se posiciona en una línea re-interpretativa de la consideración que tiene la naturaleza para el arte como objeto de estudio en el territorio local, es decir, a través de Quintana se esboza una apertura a una visión estético-política de los árboles y el paisaje natural.

    Esto sigue la tesis de Ronald Kay en Del espacio de acá de desplazar la tradición pictórica (tradicional del arte, conservadora) como la representativa de la cultura local por una de perspectiva fotográfica. De tal manera que la poética fotográfica toma posición como heredera y compañera del gesto poético de la poesía. Como lo es el caso de Neruda en Canto General (1950) y Poema de Chile (1967) de la Mistral, la obra fotográfica de Quintana en el Rostro de Chile (1960) y su obra particular dan un trato significativo a la naturaleza, el territorio, los animales, y, en especial a los árboles con total plenitud de dignidad, valor y respeto.Ya Quintana en su texto El realismo en el arte (1939) refiere: “El hombre sin ningún conocimiento, con su materia prima en bruto, enfrenta respetuoso a lo que está más allá́ de su comprensión, anhela comprender y este anhelar, es la característica más bellamente impresionante de la verdadera cultura”.

    III. En las escrituras sobre los árboles de Chile del pensador y poeta Luis Oyarzún, se instala un problema. Este dice: “La tierra que nos rodea es el espejo del alma humana. Mas el hombre quiere romper su espejo. Tala y quema los bosques (…) [convierte] en fibras deshilachadas bajo el sol, escarmenador implacable. ¿No tendrán también las plantas un Espartaco que luche por sus derechos?” (Defensa de la tierra, 1973). Mientras en la «Necesidad de los árboles» el mismo Oyarzún comenta: “Los valores estéticos del mundo físico es una de esas altas instancias que mejor revelan el nacimiento concreto del espíritu humano, por lo menos en dos funciones (…): la capacidad de contemplación y la identificación estética”.

    Y es que el gesto es acérrimo. Quintana se hace cargo de estos dos perfiles mientras sus imágenes se vuelven registro y resguardo de estas experiencias históricas de la naturaleza, aún consciente del constante cambio que existe en el medio natural. Siguiendo su reflexión: “Es que la vida es compleja y los fenómenos humanos participan de ésta complejidad y riqueza. Ella no es una sucesión mecánica de repeticiones, sino un transformarse y fluir constante. [Ante] La expresión de Salomón: «Nada hay nuevo bajo el Sol» [que es utilizada por Hegel para desplazar a la naturaleza como un momento anterior al sentido de la historia moderna del progreso, y que Quintana insiste] debe cambiarse por la de: «Todo es nuevo bajo el Sol»” (1939). Resistiéndose al ideal del progreso occidental que avanza a ritmo de locomotora y marcando un acento a una comprensión propia y orgánica de la naturaleza.

    Ignacio Chávez T. 
    Octubre 2023.